Dicen los historiadores polacos que el vodka se inventó en su país a comienzos del siglo XV y que de allí se difundió a Rusia, donde adquirió gran fama internacional.
En Zyrardów, llanura al este de Polonia, se levanta la destilería Belvedere, convertida a día de hoy en una de las más prestigiosas del mundo y perteneciente al exclusivo grupo LVMH, del que también forman parte Louis Vuitton o Möet Henney entre otras marcas.
Hablamos de una destilería especial, ya que a diferencia de la mayoría elabora su vodka con centeno Dankowski, que solo se puede cultivar en las llanuras de Mazovia, lo que le confiere al licor un carácter único. Otra de las peculiaridades de esta destilería es que elabora mediante una técnica de cuatro destilaciones, ya que se considera el número óptimo para apreciar sus notas de sabor.
La destilería Belvedere, que realiza la misma operación desde hace más de 500 años, emplea un sistema de depuración de agua basado en ósmosis inversa, una técnica en la que el agua y y el destilado pasan por filtros específicos diseñados para conseguir el mejor resultado.
Estas incomparables técnicas sirvieron para que la destilería comenzara a exportar su vodka a Estados Unidos hace casi 20 años y hoy se haya convertido en una de las bebidas más demandadas en coctelerías, tiendas y restaurantes de la Gran Manzana neoyorkina y otras capitales europeas.
El glamour del vodka elaborado por esta destilería está personificado en su etiqueta, presidida por el palacio de Belvedere de Polonia, donde residían antiguamente los jefes de Estado de este país y que ha vuelto a ser la residencia del Presidente de la Repúiblica desde hace una década.