Clos del Portal

En poco tiempo, sus vinos de finca han logrado destacar como un claro exponente de la última generación de priorats, en pos de la elegancia y la sutileza. Elaborados con meticuloso perfeccionismo, interpretan un terroir extremo, de suelos y clima austeros, mostrando el camino del futuro enológico de la zona. Alfredo Arribas dirige la bodega y para ello cuenta con el soporte técnico de Joan Asens.

Clos del Portal agrupa 40 hectáreas de pequeñas parcelas, todas en propiedad y en contacto entre si, de las que 14 son de viñedo. De ellas, aproximadamente la mitad son costers y la otra mitad terrazas. La importancia del suelo mineral, una base de pizarras oxidadas con sutiles variaciones de distintos componentes de suelo que confieren complejidad al conjunto, es el factor clave de la gran armonía que atesoran los vinos procedentes de las distintas variedades y bloques de viñedo.

Predominan por este orden la Garnacha, con presencia de cinco clones recuperados, la Cariñena, la Syrah, la Cabernet franc y la Monastrell, junto con algunas otras variedades experimentales.

La bodega vanguardista es un ejemplo de respeto al entorno al estar perfectamente integrada en el paisaje. Las instalaciones constan de 6 depósitos troncocónicos de 5.000 litros y una amplia serie de pequeños depósitos dónde se llevan a cabo las microvinificaciones, con las parcelas y los bloques por separado.

La producción se limita a unas 30.000 botellas. Se elaboran tres vinos de la finca: Negre de Negres, Somni y Tros de Clos, monovarietal de una Cariñena de 100 años. Y también se elabora Gotes del Priorat, en el que se conjuntan cada año las parcelas de carácter más fresco y mayor viveza.