En los últimos 25 años, Monasterio de Corias ha sido la bodega impulsora del resurgir de los vinos de su comarca. Siendo hoy la más importante del Principado de Asturias.
Toma su nombre del monasterio San Juan Bautista de Corias, donde históricamente los monjes benedictinos (a quienes debemos hoy en gran parte el desarrollo vitivinícola de nuestro país) habían elaborado sus proprios vinos para misas y autoconsumo.
Aquí, a orillas del Narcea, impera el minifundismo que caracteriza otras regiones como Rías Baixas. Esto propició que la bodega estableciera estrechos lazos con multitud de pequeños viticultores locales, transmitiendo las bases para lo que luego serían sus propios viñedos repletos de variedades autóctonas, como la Carrasquín, la Albarín o la Verdejo negro.
Una referencia imprescindible para profundizar en los vinos cantábricos, tesoros por descubrir para muchos que, una vez conocidos, no podrás olvidar.