Bodega Berroja

A 250 metros sobre el nivel del mar, en un enclave privilegiado del municipio de Muxika desde el que pueden contemplarse la desembocadura de la ría de Mundaka, se levanta la Bodega Berroja.

Naturaleza y cultura, con el txakoli como hilo conductor, se fusionan en armonía en este completo proyecto, que arrancó con 3 hectáreas de viñas y ya suma un total de 24. El viñedo de Berroja es de montaña y se dispone en laderas de suelos con base de estratos de margas calizas y arenosas alternas, con buzamientos verticales. Estos últimos contribuyen a eliminar el exceso de agua de las habituales lluvias que se producen en la zona de marcado clima atlántico.

La defensa de un concepto de txakolí que escape a la idea preconcebida de ser un vino de año es uno de los estandartes de la bodega. Berroja apuesta por la crianza de este blanco y aboga por una buena vejez. Para ello completan las variedades autóctonas Hondarrabi zuri y la Hondarrabi beltza con otras foráneas como la Riesling. 

El resultado son txakolis muy gastronómicos, con toda la personalidad salina y mineral propia de su terroir de origen y una elaboración artesana y tradicional marcada por la sostenibilidad. 

Precisamente la ubicación de la bodega en el corazón de una Reserva de la Biosfera no solo propicia este aspecto, sino que la convierte en un perfecto destino enoturístico gracias a una atractiva oferta pensada tanto para grupos, como para familias o empresas.