Albamar

Aunque fue su padre, Luis, quien plantó las vides de Albariño cuando Xurxo era niño, fue él quien se encargó de elaborar el primer vino de la casa.

Un vino sencillo que vendía a granel y sin etiquetar en la pequeña tienda de ultramarinos que su madre Isabel regenta, donde además dicen que los paisanos pueden comer la mejor tortilla de patatas de la comarca.

Este vino de arraigo en la zona fue el punto de partida de Xurxo, que tras estudiar vitivinicultura se entregó en cuerpo y alma y con gran inquietud a la bodega familiar. Desde entonces ha puesto sus vinos en el radar de los imperdibles.

Sus vinos cada vez son más apreciados en Galicia y fuera de ella. De hecho, el descubrimiento de uno de ellos por parte del periodista de vinos Eric Asimov lo llevó a estar presente en el periódico estadounidense The New York Times. Todo un espaldarazo.

Viticultura sostenible

Una de las premisas de las que partió Xurxo Alba fue la de procurar la menor intervención posible en sus vinos, tanto en viñedo como en bodega. Afirma que le gustaría probar a elaborar una parte de sus vinos sin sulfuroso.

No labra el suelo, solo lo rompe un poco para oxigenarlo. Utiliza levaduras autóctonas y su bodega, que parece más un garaje, está llena de depósitos de acero inoxidable y barricas donde experimenta con las elaboraciones.

Vinos atlánticos

Sus ganas de probar cosas nuevas son intrínsecas a su manera de ser, algo que se refleja en su amplia gama de vinos de pequeña producción y marcado carácter atlántico. Frescura y nervio son dos constantes en su manera de elaborar vinos, algo que constantemente procura preservar y potenciar.