Bodegas Altiplano

Así comenzaba a forjarse Bodegas Altiplano, el sueño conjunto de esta pareja valenciana que suman alrededor de 60 hectáreas de viñedo en unas de las zonas con más larga tradición vitivinícola de España, como bien atestigua el cercano yacimiento arqueológico de Las Pilillas de unos 2.700 años de antigüedad.

“Somos agricultores que llevamos dedicándonos a la viticultura desde hace más de 10 años, en el caso de David, y unos seis, en mi caso. Después de estar elaborando vino de forma amateur otros tantos, decidimos destinar parte de nuestra producción agrícola a elaborar de forma profesional y poner en marcha el proyecto en bodega”, cuenta Paqui. 

Para ello se hicieron con un pequeño inmueble en la pedanía de La Portera, donde vinifican desde entonces el fruto de sus viñas, predominantemente de variedades autóctonas como la Bobal, Garnacha, Tempranillo o Macabeo, pero también de foráneas de calidad como Syrah y Sauvignon blanc. 

“Debido a la orografía de la zona, nuestros viñedos se encuentran rodeados de monte, estando así en pleno contacto con la naturaleza. El clima es continental aunque también recibe humedad del Mediterráneo, puesto que nos encontramos a unos 750 metros de altitud aproximadamente”, detallan. 

El respeto a la naturaleza y el máximo cuidado de sus viñas centenarias guían los pasos de Bodegas Altiplano para tratar de lograr, dando tiempo al tiempo, vinos ecológicos, "muchos creados en microelaboraciones para obtener y ejecutar la mejor fermentación posible, con las propias levaduras naturales de la uva, a baja temperatura que aportan aromas y sabores intensos”. En suma, blancos, tintos y rosados “sin astringencias”, y como a Paqui y David les gusta decir, “como nuestras gentes, sencillos y naturales”.