Maison Nicolas Potel

Hoy en día la casa sigue controlando parcelas de calidad de las que nacen vinos con gran reputación internacional. En los Villages, Premiers Crus y Grands Crus más afamados fundamentealmente de la Côte de Nuits y la Côte de Beaune tiene presencia Maison Nicolas Potel.

Esta diversificación en su viñedo permite a la bodega ofrecer las mil y una caras de la región a través de los distintos matices y personalidades que la Pinot noir y Chardonnay, sus variedades principales, adquieren influenciadas por los distintos climas y suelos. 

Preservar la pureza de la fruta y lograr la expresión fiel tanto del terruño de origen como de cada añada son tres de los pilares que vertebran la filosofía de la casa. Para implementarlos, todos los trabajos tanto en viñedo como, especialmente en bodega, se acometen con minuciosidad y teniendo en cuenta el calendario biodinámico. Desde la selección de las uvas en vendimia hasta la vinificación, la integridad del proceso es guiada por la precisión y el máximo cuidado. 

La elaboración de los vinos es mínimamente intervencionista. Las cuvées son catadas por los enólogos de la maison dos o tres veces al día para seguir su evolución aromática durante su encubado; los prensados son suaves y los vinos se dejan reposar lo suficiente sin trasiegos hasta llegada la hora del embotellado y/o ensamblaje. En este punto, la tarea se realiza a la vieja usanza extrayéndolos por el broquereau, es decir, una apertura existente en el fondo de la barrica en la que se coloca un embudo. 

Todos estos desvelos se ven premiados con la obtención de vinos los más naturales posibles, guiados por la autenticidad, densos, aromáticos, con mucha fruta, pero no exentos de elegancia y finura.