Barbadillo

Si alguien rompió las reglas del vino en España fue Barbadillo, creando en los años 70 el primer blanco de consumo masivo. Medio siglo después se vuelven a reinventar. [break]

Porque el potencial de los suelos de albariza y la Palomino fino es infinito y pueden desplegar sus encantos más allá de los icónicos generosos de la casa. En los últimos tiempos ha nacido una generación que sigue el camino iniciado por aquel Castillo de San Diego.

En estas nuevas referencias destaca el peso del suelo y del origen. Cada vez cobra más protagonismo el pago del que procede un vino del Marco de Jerez, algo que está registrado y clasificado por calidad desde hace más de un siglo; tal y como sucede en zonas de prestigio mundial como Burdeos o Borgoña.

Con estos ingredientes y una sensibilidad técnica única comandada por Montserrat Molina conforman esta propuesta en la que además de un discurso hay placer. El disfrute como premisa a través de la sapidez, la salinidad y el carácter punzante que convierte cada copa en una experiencia eléctrica y vibrante. 

Como gran novedad nos toca citar la incorporación de Tamarix, un lanzamiento con el que Barbadillo se estrena en el campo de los orange wines con sello ecológico. Se elabora con una Moscatel de Alejandría y una Palomino que se maceran con pieles, lo que le da su delicioso color y un punto de amargor en boca irresistible.