Vins de Bierzo

Dice un refrán de esta zona: "Trae tu pan y llévate nuestro vino, que con pan y vino se anda el camino". Y es que la región leonesa de El Bierzo es territorio de caminantes, pues su situación, entre Castilla y León y Galicia, la convierte en zona de paso de peregrinos que buscan en el buen comer y el buen vino la mejor recompensa a su esfuerzo.[break]

El Bierzo es además una especie de puzle gigante por la gran cantidad de suelos y microclimas que se pueden encontrar en él (pizarras, arcillas, aluvión). De hecho, debe su nombre a su situación, pues la zona se encuentra enterrada en una gran vega en forma de redondel en la que han habitado astures, romanos y órdenes religiosas, y donde todas estas civilizaciones han dejado su vestigio en las viñas de la zona.

La comarca se encuentra regada por el curso del río Sil, y sus viñedos se orientan sobre suelos de tierra parda, ligeramente ácidos. Por su parte, los valles donde se asientan las vides tienen una suave pendiente que la protege de las peores influencias del atlántico. De hecho, en el Bierzo hay un choque de dos climas, el continental y el atlántico, que beneficia a las viñas puesto que la pluviometría es alta y no suelen sufrir grandes heladas. 

Aquí, la uva por antonomasia es la Mencía, también llamada Negra, una uva pequeña y muy oscura de la que surgen vinos afrutados, con un paladar aterciopelado muy característico y además con una gran capacidad para el envejecimiento. La Mencía es además muy elegante, el color violáceo que aporta a los vinos aguanta muchos años. Se reconoce por la frescura, por las notas minerales en nariz, y por tener un tanino más amable que en otras variedades.