Mas d'en Gil

La historia vitivinícola de la finca se remonta al año 1860, siendo tres las familias que han tomado las riendas del proyecto durante este siglo y medio. Tres familias marcadas por visiones diferentes, pero unidas por la pasión por su tierra, el Priorat. Es en 1998 cuando Pere Rovira adquiere la propiedad, recuperando el nombre histórico de esta finca que, hoy en día, dirige su hija menor Marta.

Sus 125 hectáreas se encuentran a lo largo de cinco valles en el término de Bellmunt del Priorat, la zona sur de la DOC Priorat. En una posición privilegiada, a 350 metros de altitud, con unas vistas preciosas al Montsant y bajo el aliento del garbinada, un viento que trasporta olores que saben a mediterráneo.

Rodeada de un encinar al este y de un bosque de pino al oeste, la finca cuenta con 35 hectáreas de viñedo propio que comparten el lugar con olivos centenarios, almendros y avellanos; todo de cultivo ecológico certificado. Pero no solo esto, desde 2008 han introducido practicas biodinámicas que demuestran el respeto que Mas d’en Gil tiene por la naturaleza y que le permiten conservar un paisaje de especial belleza.

Las viñas están divididas en 53 microparcelas y se caracterizan por su proprio terroir, orientación y un microclima particular. Estas diferencias se traducen en uvas de muy distintas cualidades. Principalmente Garnacha y Cariñena para los tintos y Garnacha blanca y Macabeo para los blancos, que aportan una marcada tipicidad a los diferentes vinos que Mas d’en Gil elabora.

Producidos sin levaduras exógenas, son vinos respetuosos con los usos y costumbres de la región. Tanto es así que dos de ellos, Coma Blanca y Clos Fontá, han sido reconocidos en la categoría de monovarietal “viña clasificada” por la denominación de origen Priorat. Vinos que son el reflejo de un paraje único que representa el verdadero alma de esta maravillosa tierra.