La fórmula con la que elaboran sus ginebras parte de la primera receta desarrollada por el profesor que da nombre a esta destilería, el señor Franz de la Boë, nacido entre 1614 y 1672.
Cuenta la leyenda que cuando el profesor Franz estaba en busca de un tónico medicinal, mezcló alcohol neutro con bayas de enebro y creó la ginebra.
La utilización de bayas de enebro de la mejor calidad es una de las máximas de esta destilería, situada en el pueblo de Throsk, cerca de Stirling.
A este preocupación por el uso de la mejor materia prima, se suma la búsqueda de nuevos ingredientes y sabores que aportar a la ginebra tradicional.
Innovar teniendo siempre presente lo mejor de la tradición es precisamente lo que hace diferente a esta casa.