Château Montrose

40 años más tarde, en 1855, los viñedos de Montrose, en Saint Estéphe, pasaron a formar parte de la clasificación oficial de vinos de Médoc dentro de los second Grand Crus, lo que supuso un gran éxito para un viñedo de 40 años. Esto le llevó a su dueño a expandir su número de hectáreas hasta alcanzar las 95, con las que actualmente cuenta la bodega.

En 1866 Mathieu Dolfus, bodeguero en Alsacia, adquirió el château con el objetivo de reorganizar la propiedad y modernizar las instalaciones. Es considerado un empresario visionario que además es recordado por su gestión de recursos humanos, ya que mejoró considerablemente las condiciones de sus trabajadores.

Entre 1896 y 2006, siguiendo los pasos de Dolfus, Jean Louis Charmolue contribuyó igualmente a mejorar la reputación de Château Montrose. A pesar de la severa crisis económica que provocaron las dos guerras mundiales, Charmolue empezó a replantar el viñedo y a modernizarlo, consolidando los vinos de Montrose entre los mejores de Médoc.

Un terroir excepcional

El viñedo de Montrose cuenta con activos naturales, aunque también ha sido indiscutiblemente nutrido a lo largo de los años. 95 hectáreas de viñedos caracterizados sus gravas mezcladas con arena y un subsuelo rico en arcilla. Además, las plantas cuentan con un sistema radicular bien desarrollado para captar el agua y la humedad que necesita la planta.

Un mix de variedades de uvas 

En los vinos de Château Montrose predominan la Cabernet sauvignon en un 60%, que entrega su mejor versión en los terruños del Garona. Parcelas de Merlot (32%), Cabernet franc (6%) y Petit verdot (2%) también se cultivan en su viñedo, con el fin de que expresen la complejidad típica del terruño. Cada variedad está plantada en el terroir, en la parcela y con la densidad con la que mejor se optimizan sus cualidades.

En Montrose, la uva Merlot aporta el toque femenino con sus sedosos taninos y potencial aromático, la Cabernet franc es una variedad de gran calidad, conocida por sus elegantes aromas y frescura, y la Petit verdot aporta gran color y un toque especiado.