Château Maucaillou

Su ubicación resultaba excepcional para el desarrollo de su trabajo, pues podían importar y exportar mercancías con la implicación de muy poca logística. 

El edificio de piedra ocupaba 3000 metros cuadrados y fue construido para la perfecta conservación del vino. La bodega cuenta con un pasillo lateral aislado por el que se accede, conocido como “cortavientos” y que sirve para mantener la temperatura óptima en el interior del edificio. 

En el siglo XIX contaba con capacidad para albergar 9.000 barriles y 300.000 botellas. En el año 1875, año en el que Petit-Laroche se comprometió en matrimonio, le ofreció a su futura esposa la posibilidad de construir su residencia frente a la bodega como regalo de boda; el resultado de este regalo es el château tal y como lo conocemos hoy en día. 

Un tiempo más tarde Petit-Laroche creó una nueva finca con una superficie de una hectárea y media, el Château Maucaillou, cuyo nombre procede de las palabras francesas “mauvais cailloux”, piedras malas; los agricultores de la época conocían a estas tierras de grava y arcilla con ese nombre porque no era adecuada para cultivar cereales, que por entonces era el método de subsistencia más popular.

Más tarde descubrieron que ese terreno era perfecto para cultivar viñedos y que el resultado de esas vides era de la mejor calidad. Como Château Maucaillou fue fundado en 1875 la bodega no fue catalogada en la clasificación de Grand Crus de 1855, y desde entonces no se han aceptado a nuevos miembros a excepción de dos casos aislados.

La familia comenzó a elaborar su propio vino y en 1982 el negocio fue comprado por los Dourthe, una estirpe dedicada al vino desde principios del siglo XIX. En la actualidad continúan siendo ellos los encargados de gestionar el château y sus viñedos, que ya ocupan una extensión de 63 hectáreas.