Zorzal Wines

A principios de los años 2000, Gualtallary era aún una región vinícola poco explorada. Su ubicación, al oeste de Mendoza, limitando con Chile, en uno de los puntos más elevados de Argentina, la convirtieron en codiciada base de prometedores proyectos. Zorzal Wines supone la materialización de uno de ellos. 

La búsqueda de la máxima pureza varietal posible y de la fiel expresión del terroir son las principales razones de ser de la firma. Ubicada en el centro de la región, la bodega cuenta con 70 hectáreas de viñedos, ubicados entre los 1200 y  los 1600 metros sobre el nivel del mar, los puntos de mayor altitud de todo el Valle del Uco. Esta localización extrema, junto a las bajas temperaturas y los suelos calcáreos en los que crecen las cepas propician vinos frescos e intensos, con gran estructura y elegancia. 

La apuesta por una enología “no invasiva” y el espíritu innovador están presentes también en el ADN de Zorzal Wines. En este sentido, la casa mendocina fue pionera en Latinoamérica en la utilización de huevos de cemento para la crianza de los vinos. 

Además, las instalaciones de la bodega están dotadas de tecnología de última generación, desde el diseño en cuatro niveles del edificio para facilitar el transporte por gravedad hasta la implementación de un sistema de control automático de temperatura que puede ser activado por internet desde cualquier punto del planeta.