Bodega Soledad

Su andadura comenzó a finales de los años cincuenta, cuando un grupo de agricultores de la zona unieron sus producciones, siendo financiados con 6 millones de las antiguas pesetas por parte de un Fondo de Protección.

En la actualidad cuentan con 280 productores que dedican el 75% de su cosecha a la exportación, actividad que tuvo su inicio en los años ochenta. En esa época introdujeron una series de inversiones con la que mejoraron todas sus infraestructuras.

Cuentan con un clima y un suelo muy diferente a los que podemos imaginar que tienen en La Mancha, combinación que aporta a sus distintas variedades unas características particulares. Unos suelos franco-arcillosos, una altitud media de 800 metros sobre el nivel del mar y una gran amplitud térmica en los meses de verano hacen que la maduración de los viñedos sea óptima.

Algunas de sus cepas son casi centenarias, aunque el grueso cuenta con unos 40 años de antigüedad. En ellas crece principalmente la Tempranillo en cuanto a variedad tinta, y la Airén en las blancas; que se recolectan en su mayoría de forma manual y nocturna, para controlar la temperatura de la uva en todo el proceso.