Descripción

Procede de las uvas de un único viñedo, llamado Finca la Navilla, con un especial microclima para la obtención de vinos frescos y equilibrados. Este tinto posee una excelente estructura, destacando su concentración y su noble tanino adquirido después de una crianza de 20 meses en barricas de roble francés. Envolvente y de grandísma calidad.

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Tinto Reserva
Añada
2015
Grado
14.5% vol.
Producción
29.989 botellas
Variedad
100% Tinto fino
Otros formatos disponibles:
Origen
Ribera del Duero

Cata

Vista
Color rojo picota muy intenso, profundo, casi opaco, muy vivo y resulta atractiva su abundante lágrima teñida.
Nariz
Aromas de gran complejidad, fruta, ahumados y especiados con un equilibrio entre la madera y la fruta brillantemente conseguidas. Sus notas tostadas y un fondo de mineralidad, le confiere una originalidad en esta fase olfativa, de gran intensidad y elegancia.
Boca
En boca presenta una excelente estructura, muy carnoso, denso, concentrado, con un tanino noble, envolvente y sin aristas. De gran calidad.
Temperatura de servicio
16ºC.
Consumo
Si se conserva en óptimas condiciones, puede guardarse en torno a 10-11 años tras la vendimia.
Maridaje
Guisos de caza, plato de cuchara y carne roja a la parrilla.

Viñedo y elaboración

Nombre
Finca La Navilla
Descripción
Viñedos situados en Pedrosa de Duero (Burgos) a una altitud de 844 metros sobre el nivel del mar.
Superficie
135 hectáreas en total.
Edad
Entre 20 y 35 años.
Suelo
Suelo de orografía suave y de naturaleza arcillo-calcárea.
Clima
Especial microclima, con grandes diferencias de temperaturas entre el día y la noche. Fundamental para conseguir un vino fresco y equilibrado.
Rendimiento
3.500 kilogramos por hectárea.
Envejecimiento
Permanencia en barrica de roble francés durante 20 meses.
Embotellado
En septiembre de 2016.

Opinión de los críticos

The Wine Advocate:

There is a touch more freshness in the single-vineyard 2015 Viña Pedrosa la Navilla Reserva compared with the regular Reserva from this same vintage. All wines ferment with indigenous yeasts, and this one matured for some 20 months in oak. This is clean, open and perfumed, refined and expressive, with great balance and freshness, not showing any excess or the warmth of the year. It should be long lived. 29,989 bottles were filled in September 2017.

James Suckling:

There’s a wealth of iodine and dark berries on offer here, as well as a core of plums. The palate has a juicy and sleek feel with cassis and black-cherry flavors, set in gently flinty, stony nuances. Drink or hold.