Descripción

Descubre en esta botella el significado de la existencia de Raimat: compartir todo su  conocimiento para ayudarte a descubrir más el placer del vino. Raimat Garnatxa Negra, antes conocido como Boira, es un vino elaborado a partir de prácticas ecológicas desde la viña a la copa, y así lo demuestra su certificación por el Consejo Catalán de Producción Agraria Ecológica (CCPAE)

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Tinto
Añada
2018
Grado
14.5% vol.
Variedad
100% Garnacha
Otros formatos disponibles:
Origen
Costers del Segre

Cata

Vista
Precioso color rojo picota con reflejos morados que denotan juventud.
Nariz
Destaca una entrada afrutada y anisada predominando la fruta negra madura (moras y arándanos) entremezclada con violetas y un fondo mentolado con recuerdos de hojas de laurel.
Boca
Entrada amable y golosa de taninos muy suaves a su paso. Reaparecen de manera intensa las sensaciones de frutas negras con notas de cacao muy suaves sobre un fondo de balsámicos. Final con recuerdos de regaliz y toques anisados.
Temperatura de servicio
Entre 12 y 14 ºC.
Consumo
El vino está ahora en su momento óptimo de consumo, desarrollándose favorablemente en botella durante el próximo año. Podemos decantarlo media hora antes de servirlo para disfrutar de todos sus aromas.
Maridaje
Carnes crudas como steak tartar y embutidos de carnes curadas, jamón, cecina, longaniza y fuet.

Viñedo y elaboración

Descripción
Las uvas proceden de viñedos ecológicos en los que no se utilizan herbicidas sobre las cubiertas vegetales ni se aplican acciones mecánicas que remuevan los suelos. Los rendimientos son más bajos y los tratamientos de las plantas son menos agresivos, si bien requieren un seguimiento más frecuente.
Clima
La primavera fue más fría y húmeda de lo habitual, y ello supuso un retraso en el ciclo de la vid y forzó a controlar más las viñas para evitar posibles enfermedades. Por otra parte, el verano fue caluroso y seco, como siempre. Esto propició una maduración progresiva y óptima.
Vinificación
Tras la vendimia las uvas fueron trasladadas rápidamente a la bodega sometiéndose a una maceración en frío alrededor de los 15 ºC para poder extraer la máxima fruta. La Garnacha fermentó a una temperatura controlada de entre 25 y 28 ºC en depósitos de acero inoxidable para favorecer la carga frutal, frescura y elegancia de
esta variedad; una pequeña parte se elaboró a mayor temperatura para aportar un buen tanino, color y aromas
a la mezcla final. Finalizada la fermentación, el vino se trasegó a otros depósitos para hacer la fermentación maloláctica. Todo el proceso de elaboración ha seguido los principios de la producción ecológica.