Descripción

Montecillo Crianza es un rioja clásico, complejo y equilibrado, perfecto para disfrutar en cualquier ocasión. La fruta y las notas propias de la crianza conviven en perfecto equilibrio con un tanino maduro y una boca sabrosa que conjuga a la perfección con la dieta mediterránea.

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Tinto Crianza
Añada
2017
Grado
13.6% vol.
Variedad
87% Tempranillo, 13% Garnacha
Origen
Rioja

Cata

Vista
De un color rojo picota de gran intensidad y con ribete aún azulado.
Nariz
Explosiva, golosa, viva y con ímpetu. Domina la fruta roja compotada con un ligero recuerdo de mora. La madera aparece tras una ligera aireación, mostrando notas dulces y un seductor final de notas de bollería entrelazadas con la fruta.
Boca
La entrada en boca es amplia, redonda y tremendamente varietal, mostrando la fruta roja madura. Sabrosidad. En el recorrido, multitud de matices con un tanino equilibrado y poderoso que hace disfrutar llenado la boca y confiere un posgusto largo y sedoso. Acidez exquisitamente conjuntada con el tanino y golosidad de nuevo al finalizar el trago.
Temperatura de servicio
Entre 16 y 18 ºC.
Maridaje
Ideal con tapas y pinchos, carnes rojas, embutidos y platos de cuchara.

Viñedo y elaboración

Descripción
La variedad Tempranillo procede de viñedos en Rioja Alta, muy cercanos a la bodega, mientras que la Garnacha proviene de viñedos en Alcanadre, Rioja Oriental.
Suelo
Arcillo-calcáreo.
Clima
2017 es recordado en muchas zonas de Europa por la helada sufrida el 28 de abril. En lo que se refiere a Rioja, se registraron valores que superaron los -5 ºC durante más de 8 horas.
Cosecha
Manual.
Vinificación
Encubado de la Tempranillo en depósito Ganímede y maceración en frío de 2 a 3 días. Fermentación alcohólica a 24 ºC respetando la fruta, extrayendo color y aroma, además de un tanino maduro y suave. Maloláctica en depósitos subterráneos de cemento. La Garnacha fermentó en pequeños depósitos de acero, con temperatura controlada y remontados continuos.
Envejecimiento
18 meses de crianza en barricas seminuevas de roble americano para el vino de Tempranillo y 14 meses para el garnacha, en barricas sin tostar para buscar más carga frutal. Finalizada la crianza, se realizó el 'coupage' final y, tras el embotellado, el vino pasó un mínimo de 6 meses en reposo absoluto en los calados subterráneos de la bodega en completa oscuridad y con temperatura y humedad constantes.