Descripción

Luis Moya explica así el sentido de La Tapada 2017: “La garnatxa ha sido la variedad de uva tapada o escondida en el ámbito de la denominación de origen Rioja. Dentro de esta denominación, la subzona Baja es también la zona más denostada. Con este vino queremos demostrar que la garnatxa tiene unas enormes posibilidades en esta zona. Esto ya lo sabían hace 70 años, cuando plantaron esta hermosa viña, hoy ‘tapada’ por los postes y alambres de las viñas vecinas.”

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Tinto
Añada
2017
Grado
15.0% vol.
Producción
2.400 botellas
Subzona
Rioja Oriental
Variedad
100% Garnacha
Origen
Rioja

Cata

Nariz
Notas de frutas rojas, frambuesa y cereza junto con frutas negras más maduras. Toques florales evidentes, especialmente violetas.
Boca
Boca golosa con notas de crianza que contrastan con la buena acidez. Intenso, largo y concentrado.
Temperatura de servicio
Se recomienda servir a 16 ºC.

Viñedo y elaboración

Descripción
Cultivo tradicional en vaso.
Edad
70 años.
Suelo
Calcáreo.
Clima
Mediterráneo.
Rendimiento
1 kilogramo por cepa.
Cosecha
Vendimia manual.
Vinificación
Fermentación con levaduras indígenas.
Envejecimiento
Crianza de 12 meses en barrica de roble francés.
Embotellado
Tuvo lugar en septiembre de 2019.

Opinión de los críticos

The Wine Advocate:

There is a pure Garnacha from Rioja, the 2017 La Tapada, from a vineyard in the village of Azagra, one of a handful of villages from Navarra that are included within the Rioja appellation. It fermented with indigenous yeasts in stainless steel and matured in used 225-liter oak barrels for 12 months. It has a more mainstream profile, possibly because of the effect of the élevage, which gave it a spicy and smoky character, with notes of vanilla and coconut reminiscent of some old Rioja but with a more creamy/luxurious texture. It's medium-bodied and has fine tannins and a finish where the creamy oak makes a comeback. 2,400 bottles produced. It was bottled in September 2019. Curiously enough, this vineyard didn't suffer the frost of 2017, but in the more benign 2018, yields were higher but the quality didn't convince Moya to bottle it.