Descripción

Vino perteneciente a la trilogía Parajes del Infierno, que nació con la idea de mostrar el potencial de las variedades autóctonas de la provincia de Valladolid: Palomino, Viura y Verdejo. Para este vino se han seleccionado viñedos viejos y se ha buscado la expresión más pura y compleja de la Viura. Este Judas 2015 es un vino carnoso, voluminoso y muy mineral.

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Blanco Fermentado en Barrica
Añada
2017
Grado
13.5% vol.
Producción
618 botellas
Variedad
100% Viura
Otros formatos disponibles:
Origen
IGP Castilla y León

Cata

Vista
Amarillo dorado.
Nariz
Nariz sutil, austera, con notas a mantequilla y melocotón. Muy mineral.
Boca
En boca se muestra carnoso, voluminoso, cremoso y equilibrado.
Temperatura de servicio
Entre 9 y 12ºC.
Consumo
Óptimo hasta 2024 aproximadamente si se conserva en buenas condiciones.

Viñedo y elaboración

Descripción
Viñedos situados en Villanueva de Duero (Valladolid), a 708 metros de altitud y tratados mediante los principios de la agricultura ecológica.
Edad
70 años.
Suelo
Arenas silíceas con canto rodado.
Clima
Continental.
Cosecha
La vendimia se realiza a mano, en cajas de 10 kilos, seleccionando los racimos.
Vinificación
Se macera entre 12 y 18 horas, se prensa con raspón y decanta naturalmente.
Envejecimiento
Fermentación espontánea en barricas de 500 litros, en las que se criará sobre sus lías durante doce meses. Después pasa cuatro meses en el depósito hasta su embotellado.
Embotellado
Clarificado y filtrado suaves antes de embotellar. Sin estabilizar en frío para respetar lo máximo posible la identidad del vino. Por este motivo puede aparecer algún precipitado natural que no afecta al gusto del vino.

Opinión de los críticos

The Wine Advocate:

One white variety traditionally planted in the zone of Rueda but almost forgotten is Viura, with which they produced the 2017 Parajes Del Infierno El Judas. They used grapes from old vines they found in the village of Villanueva de Duero, 60-year-old vines in 0.45 hectares at 750 meters in altitude on sand and boulder soils. They only produced 2015 before, as frost killed the grapes in 2016, and this 2017 is from a low-yielding and dry year that delivered a wine that has more savory than sweet aromas, reminiscent of food, and then there's finesse and clout, coming back with a salty sensation in the finish. This fermented and matured in oak barrels yet is not oaky at all. Only 618 bottles were filled in September 2018.