Descripción

Camino de los Arrieros es un paso de trashumancia que comunica todos los pueblos de los Arribes del Duero, y de ahí toma su nombre este vino procedente de varias viñas de más de 100 años de edad plantadas con variedades autóctonas como la Juan García, la Rufete, la Tempranillo, la Verdejo negro o la Bastardillo chico entre otras. Es un vino con una crianza corta en barricas de gran tamaño, lo que nos da un vino fácil de beber, elegante, equilibrado y con un toque mineral que le aporta mucha elegancia. Su añada 2016 obtuvo 92 puntos Parker.

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Tinto
Añada
2017
Grado
13.0% vol.
Producción
5.000 botellas
Variedad
Varias
Otros formatos disponibles:
Origen
IGP Castilla y León

Cata

Nariz
Muy aromático, con un carácter mineral que le aporta mucha elegancia.
Boca
El paladar es liviano tirando a medio, con sabores suaves y gran equilibrio y frescura. Es muy sabroso, fácil de beber y muy agradable.
Temperatura de servicio
Se recomienda servir a 16º C.
Consumo
Hasta 2024 si se conserva en óptimas condiciones.

Viñedo y elaboración

Descripción
Toda la uva procede de los Arribes del Duero, del pueblo de Villadepera, con una altura media de 740 metros.
Edad
Viñas de entre 100 y 120 años.
Suelo
El suelo es de pizarra de origen volcánico y con un gran contenido de mica.
Vinificación
100% uva sin despalillar. Prefermentación en frío durante 3 o 4 días. Fermentación con levaduras autóctonas durante 10 días, controlando la temperatura.
Envejecimiento
Crianza en barricas grandes durante 5 meses.
Embotellado
En mayo de 2018. Sin clarificar ni filtrar.

Opinión de los críticos

The Wine Advocate:

I tasted two very different vintages from the village red from Villadepera, the much warmer and drier 2017 and the radically different 2018. The 2017 Camino de los Arrieros, which is approximately 25% Juan García, 15% Bastardo, 20% Trincadeira Preta, 10% Rufete, 10% Mandón and the remaining made up of white grapes fermented with indigenous yeasts and matured in 1,000-liter oak foudre and 500-liter barrel for six months. Despite the character of the vintage, the wine is only 12.5% alcohol, and yes, it feels a little riper when tasted next to the 2018, but it's still a medium-bodied, lightish and pale red that is characterful and easy to drink, with some cherries and wild herbs and very fine, almost unnoticeable tannins. It's simply delicious. 8,800 bottles were filled in June 2018.