Volvemos a presentaros la que posiblemente sea la bodega más interesante de todo el panorama de los vinos austriacos. Una bodega con una increíble relación calidad-precio-puntos: Weingut Loimer. [break]
Fred Loimer, el creador de los maravillosos vinos de esta Venta Privada, repite lo mismo: el mejor vino es una botella vacía. Esto es precisamente lo que ocurre con sus diferentes versiones de la Riesling y la variedad reina austriaca, la Grüner veltliner, que al borde del río Kamp se muestran como en ninguna otra parte del mundo.
Hijos todos de una filosofía orgánica y biodinámica, con etiquetas minimalistas que solo hablan de sus respectivas localizaciones para dar protagonismo a lo que realmente importa, el origen, se erigen como una alternativa de altísima calidad frente a los conocidos vecinos alemanes. La extensa gama de Fred Loimer nos ofrece un interesante paseo por lo más básico - que en su caso de sencillos no tienen nada, no hay que subestimarlos - hasta sus grandes blancos de parcelas clasificadas, los Erste Lage (literalmente "great growth") que llevan impresionado en la etiqueta el símbolo 1ÖTW.
En todos ellos hay interesantes notas de cata, con perfumados aromas que se pasean entre flores blancas, hierbas, cítricos, tropicales y fruta de hueso en los más básicos y que según escalamos hacia ubicaciones concretas o añadas con una cierta trayectoria van mostrando una divina complejidad, la que hace que queramos meter la nariz una y otra vez.
Pero quizás lo más diferencial sean los tragos de cualquiera de ellos, con una acidez tan impresionante como equilibrada, sápidos y a la vez envolventes, glicéricos sin ser pesados, frescos y secos y largos, muy largos. Sin dejar de mencionar esa marca mineral en todos ellos tan palpable como un regusto de tiza, piedra, fósforo.
Aunque parezca contradictorio, Fred Loimer discretamente destaca. Sin hacer demasiado ruido, se ha convertido en uno de los elaboradores más admirados de Austria.