Toro Albalá

Una antigua central térmica situada en Aguilar de la Frontera alberga una bodega con multitud de joyas por metro cuadrado. Un rincón privilegiado no por la suerte, sino por la maestría de quienes han colocado a Toro Albalá en lo más alto. [break]

Por fin presentamos en Venta Privada este proyecto conocido por sus generosos de añada y por unos finos de inapelable factura. Su ideólogo, Antonio Sánchez, es toda una institución enológica, llegando a firmar referencias que han alcanzado los 100 Parker. 

Esta figura fue la encargada de transformar la bodega en los años sesenta para llevar su calidad a todos los rincones del mundo, cuidando cada detalle tanto en el campo como en la bodega. Formado en Burdeos y experimentado en el tratamiento de la Pedro Ximénez, fue sin duda alguna un adelantado a su tiempo.

Sus vinos de añada son ya un sello diferencial de la casa, que podemos comprabar con obras maestras como el Amontillado Marqués de Poley 1922, que ofrecemos por primera vez. Un generoso procedente de la solera fundacional de la bodega y que conjuga lo mejor de la crianza biológica y oxidativa.

Todas sus referencias cuentan con el hilo conductor de la mineralidad, elemento que consiguen gracias a las mejores albarizas de la denominación cordobesa. Desde sus vinos más complejos hasta los más desenfadados, la frescura y la tensión son características comunes. 

Todo esto lo podemos comprobar en su Fino Eléctrico, que toma este curioso nombre por el anterior uso que se le daban a las galerías subterráneas de la bodega. Cualquier amante de los generosos tiene siempre a mano una botella de este estilo, fruto del milagro del velo de flor y que es un regalo organoléptico. Perfecto tanto para degustar solo como para acompañar cualquier comida. Repetimos, cualquier comida. Todo un todoterreno culinario.

Y para cerrar esta fiesta de leyendas enológicas, no podía falta su vino dulce Gran Reserva. Don PX 1999 es la manifestación hecha bodega de toda la sabiduría de Toro Albalá. El asoleo de sus uvas y una crianza de más de dos décadas aportar un dulzor, una concentración y un nivel de acidez que convierten cada copa en un festival de sensaciones. Pura sabiduría embotellada.