Viajamos a Toro para revisitar una bodega que elabora algunos de los vinos con mejor relación placer-precio de la región. Hablamos de Terra d’Uro, cuyo significado literal es “tierra de toros”. [break]
De Terra d’Uro nos apasiona la historia de su creación y el entusiasmo de quienes están detrás, pero también sus vinos, algunos de los cuales os presentamos en esta ocasión con sus nuevas añadas. Es el caso de sus top de gama Terra d’Uro Selección 2012 y Uro 2014, un 94 puntos Parker en un rango de precios nada habitual.
Esta bodega es fruto de la unión empresarial del restaurador Óscar Garrote y de los enólogos Pipa Ortega y Cristino Van Zeller. Hasta aquí todo normal, personas vinculadas a un sector profesional muy ligado entre sí. Lo que no es tan habitual es que la idea de unir fuerzas para sacar adelante este proyecto surgiera durante un partido de rugby, afición que los tres amigos comparten.
Todo comenzó cuando Nicolás Marcos, un propietario de viñedos de la zona de Toro, propuso a Óscar Garrote la adquisición de una propiedad con viñedos de casi 150 años de edad. Como el objetivo de Óscar era el de desarrollar un proyecto con el terruño como protagonista, comentó a Pipa y Cristino la posibilidad de hacerse con ellos. No se lo pensaron demasiado y en 2005 nació la bodega, cuya razón de ser no ha dejado de ser en estos años la de elaborar vinos a partir de algunos de los viñedos más antiguos de la región.
El mérito de estos vinos es que pese haber contado con la bendición de Luis Gutiérrez (basta con mirar las altas puntuaciones que tienen todos ellos), no han dejado de ser asequibles para la mayoría de aficionados. La Enfermera y Finca la Rana sondos vinos que superan el umbral de los 90 puntos y que podemos conseguir aquí por debajo de los 6 y 8€ respectivamente.
Quien escribe estas líneas confiesa que cuando ha necesitado buscar vinos con una gran relación calidad/precio dentro de la amplia variedad de tintos toresanos, ha recurrido en más de una ocasión a Terra d’Uro y la apuesta nunca ha sido desacertada. La llegada de sus nuevas añadas son un buen pretexto para volver a incluirlos en nuestra bodega personal.