Imagina un paisaje toscano repleto de amables colinas y estilizados cipreses que conforman un camino hacia el paraíso. En este enclave idílico tuvo lugar una revolución de la que vas a ser protagonista de excepción. [break]
Tenuta San Guido es un actor principal para comprender el punto de inflexión que vivió el vino italiano en el siglo XX. Una familia rompió con las rígidas reglas establecidas hasta la fecha. Sassicaia, con añadas que han alcanzado los 100 Parker, fue su punta de lanza y llega en Venta Privada para conmovernos con su magia.
Mario Incisa della Rocchetta tuvo el sueño de crear un vino de gran calidad, inspirado y enamorado por el corte de los clásicos y elegantes burdeos que dominaban el gusto de toda Europa. Desde los años 20 quedó prendado por el aroma de las cepas francesas plantadas en los viñedos de algunos amigos aristócratas.
En los años 40 se estableció con su esposa Clarice en la Tenuta San Guido, a tiro de piedra de la costa del Tirreno, cuando terminó de convencerse. Después de hacer pruebas con la Cabernet sauvignon, comprobó que esta contaba con el bouquet exacto que siempre había imaginado.
Las condiciones del viñedo situado en la zona de Bolgheri eran además muy similares a las de Graves en Burdeos, ya que el suelo rocoso tenía las mismas condiciones para que esa variedad se pudiera expresar en plenitud.
Las primeras cosechas de Sassicaia se degustaron de forma particular, solo para la familia y los amigos, pero descubrieron con el paso de los años que las botellas que iban guardando de cada cosecha presentaban un nivel de evolución impresionante.
En 1968 se lanzaba al mercado y comenzaba el mito que fue bautizado por la prensa americana como "supertoscano", haciendo referencia a los vinos que no se amparaban bajo ninguna D.O.G.C. por no emplear la Sangiovese como uva principal. ¡Bendita rebeldía! Como consecuencia de esta regulación, consiguieron ser nombrados como primer vino de pago de Italia gracias a la D.O.C. Bolgueri Sassicaia.
Otro de los sueños de esta familia se convirtió en realidad gracias a Nicolò Incisa, hijo de Mario, que con Guidalberto hizo posible una referencia con presencia de la Merlot con la que ofrecer un carácter más joven que el de su "hermano mayor", pero sin perder un ápice de calidad.
Tenuta San Guido es una finca de 2500 hectáreas en La Maremma propiedad de la familia Incisa della Rocchetta. Este es el lugar de origen de uno de los vinos más prestigiosos de Italia.