Enamorarse de vinos a primera vista por su imagen rompedora, catarlos y engancharse aún más. Descubrir su precio y caer rendido. Literalmente, vinos "para llevarse a la tumba". [break]
Te traemos tres monovarietales de las antípodas. De esos que nos sorprenden tanto que poco nos importa lo lejos que nazcan. Te bastará probarlos para entenderlo.
Take it to the Grave representa una reflexión sobre conceptos clásicos sobre el vino que pocas veces habíamos puesto en duda. No hay reglas y, si las hay, es para cuestionarlas.
Bajo esta filosofía, Nicholas Crampton y Corey Ryan elaboran vinos desenfadados, impactantes, ricos y accesibles. Estas son sus premisas, y damos fe de que se cumplen.
Take it to the grave Tumbarumba Pinot Grigio explora los secretos del vino de altura: sus viñedos están a los pies de los Alpes Australianos, a 750 metros sobre el nivel del mar. Este monovarietal encierra esa frescura clásica típica de la región de King Valley.
Para los que aún mantienen que es imposible lograr un Pinot noir de alta calidad y expresivo pero además asequible, Take it to the grave Adelaide Hills Pinot noir. De una selección de viñedos con diferentes microclimas en Adelaide Hills se obtienen uvas cargadas de expresividad, estructura y viveza aromática.
¿Un vino que atesore los misterios y personalidades de las viejas viñas? Ese es Take it to the grave Barossa Shiraz. No podía faltar este varietal mítico de Barossa en una versión opulenta, cargada de fruta y especias.
Ahora que los tienes tan cerca... ¡será muy difícil resistirse a ellos!
La filosofía de los enólogos Nicholas Crampton y Corey Ryan es la de elaborar vinos contemporáneos rompiendo con los convencionalismos, asumiendo retos y buscando la autenticidad.