Si la prestigiosa revista 'Wine&Spirits' te elige como una de las mejores cien bodegas del mundo, es que estás elaborando auténticas maravillas.[break]
Los vinos de Suertes del Marqués respiran 'canariedad' por los cuatro costados. Jonatan García y su equipo han conseguido que esta bodega del Valle de la Orotava se haya convertido en una de las mejores de Canarias y del resto de España.
¿Y cuál ha sido la receta del éxito? Pues hacer las cosas muy bien. Desde el principio, la familia García apostó por reivindicar los usos y costumbres de la viticultura local creando terruños únicos que se han cultivado con esmero con técnicas ancestrales y propias de Canarias como el trenzado de las cepas.
Además, apostaron por el uso exclusivo de las variedades autóctonas para que sus vinos estuvieran realmente apegados al terruño. Gracias a eso se han prestigiado uvas que fueron postergadas en las islas y estuvieron en riesgo de extinción. Menos mal que han llegado jóvenes viticultores que han regresado a los orígenes.
Si cuentas con un suelo de raíces volcánicas, cuídalo, deja que se exprese tal cual es. Si tienes viñedo en Canarias haz que se note en tus vinos, que cuando alguien los beba se traslade a las islas de inmediato.
Todo lo anterior lo ha conseguido Jonatan con creces, posicionando a su bodega como un referente en la zona. Y eso se ha trasladado a las opiniones de los críticos más mediáticos que han avalado con su firma sus vinos.
Es el caso de Luis Gutierrez, catador de The Wine Advocate, que añada tras añada otorga excelentes puntuaciones a los vinos de Suertes del Marqués. Un ejemplo palmario de esto son los vinos de esta venta, que oscilan entre los 92 y los 94 puntos Parker. Especial mención merece 7 Fuentes, que con 93 Parker sale a 10,90€.
Pero aunque el resto de vinos tengan un precio superior, ojo, que estamos hablando de vinos de muy pequeña producción procedentes de viñedos chicos que todo lo que tienen de pequeños lo tienen de excelsa calidad.
Los que los conocemos alucinamos con estos vinos tan diferentes, tan jugosos y gustosos, con más matices que un pantone. Vinos que de verdad definen un territorio, vinos como deberían de ser todos los vinos: un reflejo del alma de un lugar.
Viticultores que vendían uva durante años se plantean un día elaborar, poniendo en valor las variedades y el sistema de conducción autóctono del Valle de la Orotava.