Ron Brugal

Regresan los rones de Brugal y nos llegan como el maná. Aquí tienes desde un ron para iniciarse hasta los más top para los consagrados en las mieles de este destilado. [break]

Se podría decir, sin temor a equivocarnos, que Brugal es la caña, de azúcar, para ser más exactos. En eso estaremos todos de acuerdo. En este tótem dominicano todo orbita sobre este cultivo que los españoles llevamos a América en el segundo viaje de Colón en 1493 y que tuvo su primera plantación en la isla de La Española, patria de Ron Brugal. 

Ahora tienes la oportunidad de hacerte con tres rones de impresión que abarcan los cuatro períodos que consideramos básicos en el acercamiento a esta bebida, dejando el primero de ellos para otra ocasión, la que corresponde al consumo de esta bebida con refrescos. No es que estos rones no puedan mezclarse, cada cual que haga lo que le guste, pero ¿a que a nadie se le ocurriría poner ketchup a un chuletón de primera o a un cochinillo asado? Es cierto que el Extra Viejo admite refresco de cola a la perfección, pero tomado solo es uno de los mejores rones del planeta para comenzar a degustar este destilado en solitario. 

El tercer período lo abarca, sin despeinarse, Brugal 1888, ideal para quien ya ha sido ganado para la causa pero necesita aún más suavidad. Su doble añejamiento en barricas de roble americano y luego en barricas sazonadas con vinos generosos, lo convierten en uno de los rones superpremium más alabados del mercado. Esta es la última creación de la marca y el granito de arena que han puesto la cuarta y quinta generación de los maestros roneros de la familia.

Y llegamos a la cuarta fase, la del experto que busca los matices, la quietud, el disfrute sensorial y el éxtasis más profundo y prolongado. Ese hueco lo llena con creces Brugal Siglo de Oro, la mezcla perfecta y más selecta de los mejores rones de la casa. 

Los tres están pensados para todos los gustos y bolsillos, pero todos tienen en común su excelsa calidad. Rones elaborados con un trabajo meticuloso y artesano en el que priman la tranquilidad y la calidad. Eso solamente se consigue con la mejor materia prima y las mejores maderas para el añejamiento.

En Brugal no hay un número de destilaciones concretas: cada ron será destilado las veces que hagan falta hasta que los maestros roneros decidan que ha cubierto los baremos de calidad y suavidad que buscaban.

Si te gusta el ron y eres un seguidor acérrimo de las cosas bien hechas entrégate sin ambages a los rones artesanales 100% dominicanos de Brugal. Nunca una rendición fue tan gratificante.