Un Remírez de Ganuza no es cualquier vino. Tener la oportunidad de comprarlo al mejor precio del mercado es para no pensarlo. Su Venta Privada llega en un momento perfecto para abandonarse a la autocomplacencia. [break]
Desde la última vez que los presentamos, en diciembre de 2017, algunas cosas han pasado. Hechos que nos servirán para haceros un poquito de “chantaje emocional”.
En primer lugar, hablemos de blancos riojanos. Tal vez no os habéis dado cuenta pero en los últimos años la apuesta por el blanco de calidad en Rioja es imparable. Y Fernando Remírez de Ganuza fue uno de los primeros en apostar por esta tipología de vino que se había quedado relegada a un nostálgico segundo plano en la todopoderosa Rioja.
Hace dos años lanzaba al mercado su Blanco Reserva 2010. Un vino que es seda de la buena. Con una textura en boca que tiene algo de etérea y mucho de inolvidable. Un vino que como diría nuestro sumiller Adolfo, no solo tiene hechuras de grande: es "muy muy grande". Solo hay que tener la oportunidad de ver el viñedo El Olagar para constatar que de un sitio tan especial, llevado por la gente correcta, solo pueden salir cosas así de impresionantes.
Pero volviendo a los tintos y entrando en la materia, el Reserva 2008 fue - y lo decimos en pasado porque si algo queda, estará a buen recaudo en la bodega de los más astutos - el consentido de nuestros socios. Si os encantó 2008 y estáis sufriendo su ausencia, la 2010 tiene todas las papeletas para destronarla. Es una de las mejores añadas en la zona con diferencia y además cuenta con la bendición de unos merecidos 95 puntos Parker.
Dicho esto, y aunque suene a chantaje emocional como decíamos al inicio, debéis saber que últimamente las producciones escasean. Sabíamos que el vino es finito y escaso, pero ahora más que nunca es una máxima a tener en cuenta. Especialmente cuando se trata de vinos de la categoría de Remírez de Ganuza. Definitivamente hay trenes que solo pasan una vez en la vida, no dejéis de subiros a este.
Fernando Remírez de Ganuza fue navarro de nacimiento y alavés de adopción, pero por encima de todo fue un ejemplo de compromiso y sensatez en el mundo vinícola.