Prieto Pariente

Entusiasmo, valentía y mucho sentido común definen este proyecto, liderado por Ignacio y Martina, miembros de la tercera generación de la familia Pariente. [break]

Ignacio y Martina son los hijos de Victoria Pariente y los nietos de José Pariente, nombres que son sinónimo de prestigio en Rueda. La inquietud propia de su juventud les llevó hace unos años a emprender un camino en solitario curiosamente basado en el vino tinto, una gama radicalmente opuesta a la que elaboran en su bodega familiar.

Seguramente lo más fácil hubiera sido embotellar estos vinos en algunas de las regiones vecinas de Rueda, como es el caso de Toro o Ribera del Duero. Sin embargo, estos dos hermanos tenían otros planes: crear tintos con la libertad que a veces no permite la regulación de una denominación de origen.

Durante dos años, Ignacio y Martina recorrieron la provincia de Valladolid con los mapas del SIGPAC a mano. Se detenían en los viñedos con mayor potencial y posteriormente, en los bares de los pueblos más cercanos indagaban por boca de sus propietarios cuáles eran los más interesantes. No fue un trabajo fácil, ya que en muchos casos los propietarios de esos viñedos se mostraban reticentes a que estos dos jóvenes les marcaran toda la pauta de viticultura.

Una vez conseguido, Ignacio y Martina se pusieron manos a la obra para obtener los vinos que tenían en la cabeza, aunque en el camino se encontraron con una sorpresa en forma de viñedo de Viognier. Con él elaboran el único blanco de su proyecto, un singular y sorprendente monovarietal que se ha convertido sin querer en el vino más conocido de su colección.

Pero si hablamos de los tintos, lo hacemos de tres variedades diferentes como son la Tempranillo, la Garnacha y la Cabernet. Cada una procede de distintas localidades (Mucientes, Pedrosa del Rey y Valbuena de Duero), y en conjunto ponen de manifiesto la diversidad vitícola de la provincia vallisoletana.

En Prieto Pariente, su tinto más asequible, Tempranillo y Garnacha se unen para entregar un vino frutal, goloso, con poca extracción y mucha fluidez y elegancia. Procede de la añada 2014, que según la propia bodega ha dado buena concentración y estructura, con taninos amables y maduros y una buena acidez que va a permitir que este vino de la cara con el paso del tiempo.

Y para poner el broche a esta venta, os presentamos también El Origen de Prieto Pariente, su vino más top, ya que está obtenido con las cepas más viejas. En él, la Cabernet se une al coupage para conseguir un vino directo y complejo al mismo tiempo.