Pradorey es sinónimo de éxito. Este mito castellano vuelve a Venta Privada para despedir 2019 y lo hace con gran parte de su porfolio. Saca su artillería pesada para satisfacer a todos, sea cual sea el perfil de vino que nos guste. [break]
Algunos de ellos se encuentran habitualmente en los ranking de los vinos más vendidos y mejor valorados por nuestra comunidad, lo que la consolida como una de las bodegas a tener siempre en cuenta a la hora de buscar vinos fiables y con una excelente relación calidad-precio.
Empezamos por las novedades. Estrenamos para vosotros la añada 2015 de Pradorey Élite, el vino top de la casa. Un tinto de autor, auténtica referencia de la región, cuya anterior cosecha obtuvo una valoración por parte de nuestros socios de 4,4 estrellas. Un sobresaliente con todas sus letras.
También incluimos Pradorey Reserva Finca La Mina 2015, vino de finca con 92 puntos Peñín y magnífico potencial de guarda, considerado entre los grandes reservas ribereños.
Pero la oferta de Pradorey va mucho más allá, para eso es una de las más extensas explotaciones vitivinícolas de la Ribera del Duero. Otro de sus tintos de alta gama es Adaro de Pradorey. Concebido como homenaje a Javier Cremades de Adaro, fundador de la bodega, es un vino que llama la atención por su original botella y por una elaboración que busca el máximo carácter frutal y la mayor frescura posible, siguiendo la tendencia de los tintos más modernos de la D.O.
Valdelayegua, por su parte, también tiene hueco en esta completísima Venta Privada. Un tinto parcelario con cuerpo, personalidad, de un perfil aromático intenso y que sin duda alguna encandilará a los amantes de los riberas clásicos.
En cuanto a sus vinos más exclusivos, merece la pena detenerse brevemente en RSV (siglas de Real Sitio de Ventosilla) y en El Buen Alfarero, dos vinos ideales para regalar en estas fechas a los más fieles seguidores de los tintos ribereños.
RSV es un Gran Reserva de parcelas seleccionadas que rinde tributo a la finca del siglo XVI que durante años perteneció a reyes y nobles y que desde hace 30 años es la sede de la bodega.
Por su parte, El Buen Alfarero es uno de los vinos de más pequeña producción de Pradorey, y, como curiosidad, envejece en tinajas de barro para preservar al máximo su frescura. Ha sido uno de los tintos revelación de los últimos tiempos en la zona y sin duda es perfecto para coleccionistas. Con ninguno de ellos fallaréis.