Perrier-Jouët

El Champagne es una de las pocas bebidas acompañadas de cierto ritual que nos otorga unas dosis de placer extraordinarias. [break]

 La vista queda cautivada por las burbujas de nuestras copas. Nuestros oídos reciben el sonido tan característico del descorche de un espumoso que, ya sabéis, cuanto más sutil, mejor. Y el olfato y el paladar se entregan a una explosión embriagadora de aromas y sabores y hasta el tacto participa del ritual de escanciar un buen champagne.

Con Perrier-Jouët esta sinfonía de sentidos alcanza asombrosas cotas. Es el champagne perfecto para los que buscan belleza y exquisitez. La sutilidad de las cosas elaboradas bajo una delicada artesanía es el auténtico lujo y en esta casa cada una de sus botellas respira belleza por dentro y por fuera.

El secreto de cada uno de sus champagnes comienza en el viñedo que la familia Perrier-Jouët posee en esta región desde principios del siglo XVIII. Actualmente, de sus 65 hectáreas, prácticamente el 100% están clasificadas como Grand Crus, destacando los de Cramant y Avize (Côte des Blancs), Mailly (Montagne de Reims) y Aÿ y Dizy (Vallée de la Marne). Estas viñas se encuentran plantadas en una suave ladera y tienen una orientación sur-sureste, favoreciendo la excelente madurez de las uvas clásicas utilizadas en Champagne. Entre estas variedades se encuentran la fresca y delicada Pinot noir de Mailly y del Vallé de la Marné, la Chardonnay de la Côte des Blancs y la Meunier de Dizy.

Y si por algo más destacan los vinos de Perrier-Jouët es por el sofisticado y elegante diseño de sus botellas, representado en la colección Belle Epoque. Desde que en 1902 el artista Émile Gallé (uno de los máximos representantes del Art Nouveau) diseñase una espiral de anémonas japonesas para una botella de Perrier-Jouët, esta casa ha desarrollado creaciones basadas en este movimiento artístico. Para ello ha colaborado a lo largo del último siglo con diferentes artistas para la formación de obras únicas con los motivos de la naturaleza como principal fuente de inspiración, llegando a convertir la espiral de flores blancas que simbolizan el estilo floral de sus vinos en el actual emblema de la maison.