Peique

Durante mucho tiempo nadie elaboraba vinos elegantes con Mencía, la autóctona del Bierzo, pero su potencial hizo que finalmente en los 90 bodegas como Peique concretasen la eterna promesa. [break]

Si en algo son especialistas los Peique es en mimar la Mencía, una variedad capaz de entregar vinos delicados y con mucha fruta. Fue una nueva generación de enólogos de la zona la que empezó a recuperar viñedos viejos y a trabajar de una manera diferente una uva que hasta entonces era considerada como rústica.

El origen de esta pequeña revolución tiene su origen en Ramón, el abuelo, quien plantó junto a su mujer los primeros viñedos en Valtuille de Abajo, un pequeño pueblo donde hay más cepas que habitantes. Años más tarde, estas vides las trabajaría el matrimonio Luis y Sagrario. Y en 1999, los tres hijos de ambos: Jorge, Luis y Mar se lanzaron a crear la bodega desde la cual entregarían grandes Mencías.

Antes de construir la suya propia, los Peique elaboraban de prestado en otras bodegas amigas con la ayuda de Raúl Pérez. Vendieron su primera caja de vino en Ponferrada, probablemente un viernes, los días en los que se llevaban muestras para vender puerta a puerta. Con esta misma ilusión recogieron años después el premio Decanter International Trophy en el Royal Albert Museum de Londres por su vino Peique Selección Familiar.

Además de este y como resultado de un esmerado trabajo en viñedo y bodega, te recomendamos Peique Viñas Viejas. Ambos son dos ejemplos del buen hacer de la familia que hemos seleccionado por su complejidad y elegancia. Palabras mayores merece Luis Peique 2009, una joya íntima y delicada, de edición limitada, que se traduce en un homenaje a la tradición familiar.