Oro líquido

Tenemos una propuesta para ti: una invitación a un viaje para descubrir las variedades de aceitunas con las que se elaboran los mejores aceites de oliva virgen extra de nuestro país. [break]

Desde Jaén hasta el Priorat, pasando por Toledo, Almería y Baleares, el aceite de oliva virgen extra forma parte de la gastronomía. Su consumo está arraigado como elemento cultural y social en todo el país. 

Se dice que fueron los fenicios quienes dieron a conocer este producto en la Península Ibérica. Durante la época romana, la actual Andalucía era la principal zona de producción. A día de hoy esto no ha cambiado mucho, Jaén sigue siendo una de las provincias que más contribuye a que España sea la primera potencia productora y exportadora.

No obstante, hay muchas otras regiones donde se elaboran excelentes aceites de oliva. Es el caso de Dominio de Valdepusa, la propiedad del Marqués de Griñón en Toledo, donde se cultivan desde los años noventa las variedades Picual, típica de Jaén, y Arbequina, originaria de Lérida, con excelentes resultados. 

Si hubiera que buscar la variedad fetiche del aceite español, esa sería la Picual. Representa en torno al 50% de la producción nacional y un 20% de la mundial, lo que la sitúa como la reina de nuestro aceite de oliva. En numerosas ocasiones se combina con otras como Arbequina y Hojiblanca, típica de varias provincias andaluzas como Sevilla, Córdoba y Granada.

Además de estas variedades ampliamente conocidas, a veces nos encontramos con otras más minoritarias como la Lechín, también andaluza, que puedes encontrar en uno de los aceites almerienses de la almazara Oro del Desierto.

Frantoio, aunque es de procedencia italiana, es otra de las variedades poco conocidas que incluye uno de los aceites que te presentamos. Se trata del elaborado por Melgarejo en Jaén, que destaca por su perfume, fineza y frutosidad.

Villalonga, Blanqueta y Serrana son tres de las variedades más sorprendentes que encontrarás entre todos los aceites de esta Venta Privada. Estos tres tipos de aceitunas, más conocidas en el levante español, se combinan en el aceite de oliva que elabora Vegamar, en Valencia. Un aceite fluido, ligeramente amargo y picante, sin perder un toque de dulzor.

Cada una de estas variedades ofrece una intensidad distinta de aromas frutados, sabor amargo y notas picantes. Una diversidad que al fin y al cabo representa el mosaico de olivares de nuestro país, capaces de entregar aceites de oliva virgen extra de la más alta gama.