Sin prisa pero sin pausa, como las buenas crianzas, De Moya ha ido ganando espacio en la escena valenciana. Y lo ha hecho a golpe de vinos ricos, elaborados con variedades autóctonas, que convencen por su calidad y accesibilidad indiscutibles.[break]
Por eso no es de extrañar que muchos consideren a la bodega de la familia Laurijssens una de las últimas revelaciones de Valencia y Utiel-Requena, las denominaciones a las que están adscritas sus creaciones.
El éxito de De Moya responde a la apuesta por el trabajo duro, la tradición de la zona y los valores familiares. Pero, sobre todo, a la persecución incansable de un sueño para transformarlo en realidad y poder brindar con él. Porque elaborar un buen vino tinto potente, diferente y asequible fue el deseo que en 2012 espoleó al belga Yves Laurijssens al viajar a España y recorrerla hasta recalar en Valencia, donde descubrió la Bobal, para caer rendido ante ella sin remedio.
Con su mujer Sofie y sus tres hijos, Laurijssens se instaló en tierras levantinas y adquirió varias parcelas de cepas viejas en la pequeña pedanía de Casas de Moya, perteneciente al término municipal de Venta del Moro.
Escondidos entre las montañas de lasierra del Rubial, los viñedos de Yves y su familia crecen a una altitud media entre los 800 y los 950 metros sobre el nivel del mar. La altitud y los suelos pobres, arenosos y con muchos guijarros, dejan su impronta en las variedades que cultiva, entre las que, además de la Bobal, destacan especialmente las autóctonas Monastrell, Merseguera y Moscatel.
Todas ellas protagonizan los vinos de la casa, de los que te presentamos en esta venta una nutrida selección. Así encontrarás desde sus refrescantes y suaves blancos Tibó o Diego, ideales para estos primeros calores veraniegos, hasta sus tintos más top.
Mención especial merecen los bobales Sofía de Moya y María de Moya, obtenidos de viñas viejas (en el caso de Sofía de hasta 95 años) que apenas dan un kilo de uva por cepa. Ambos bien pueden representar la materialización del anhelo primigenio de Yves, lograr ese tinto soñado complejo, sabroso, opulento, con potencia y buena estructura. Y lo mejor de todo, a un precio realmente competitivo. Todo un lujo asequible, como le gusta decir a Laurijssens, ahora más a tu alcance si cabe.
De Moya es una bodega familiar situada en Utiel, aunque explora los viñedos de diversas zonas de la Comunidad Valenciana cultivando en ellas variedades locales.