Haro es una de las capitales españolas del vino, y en sus bares hay un tinto que nunca falta: el Martínez Lacuesta, elaborado por una de las bodegas más veteranas de la denominación. [break]
Martínez Lacuesta representa a las bodegas riojanas de toda la vida. Aquellas que pese a su centenaria trayectoria no han dejado de tener nunca en cuenta al consumidor de a pie de calle a la hora de elaborar sus vinos. Prueba de ello es la magnífica relación calidad-precio de sus vinos, irresistible para cualquier aficionado a los clásicos de la zona.
En esta Venta Privada os traemos, junto a otras referencias de la casa, una importante novedad nunca antes presentada en Bodeboca. Hablamos del Félix Martínez Lacuesta Gran Reserva, uno de los vinos más exclusivos de esta experimentada bodega, que rinde homenaje al fundador de la casa y que en esta añada 2010 muestra un perfil algo más moderno que en añadas anteriores sin perder por ello el estilo de los vinos más tradicionales de la D.O.
Esta tradición viene marcada en el ADN de la bodega, que es estrictamente familiar. La generación actual celebró hace apenas un par de años el centenario de su vino Campeador, no demasiado conocido por el gran público pero con una curiosa historia detrás. Surgió en la época en la que los vinos en Rioja se diferenciaban por ser “estilo Burdeos” o “estilo Borgoña”. Campeador pertenecía a este último grupo, y se diferenciaba básicamente por el alto porcentaje de una Garnacha de Alfaro en su coupage.
La familia había guardado un lote de botellas de Campeador Gran Reserva de las grandes añadas 2004 y 2005 con la intención de comercializarlas en el centenario de la marca. Por puro azar del destino, se dio la circunstancia de que en los archivos de la bodega se descubrieran unas 2.000 etiquetas originales de los años 20, 30 y 40.
Los Martínez Lacuesta pidieron una autorización especial al Consejo Regulador y rotularon las etiquetas originales para configurar la caja especial que conmemora el centenario de Campeador y que os presentamos en esta Venta Privada.
Para los que busquéis vinos más para el día, nada como el blanco fermentado en barrica o el Crianza y Reserva de la casa, vinos que deslumbran por su finura y buen precio. Y si os gustan los vermuts, os invitamos a probar el Martínez Lacuesta Reserva, elaborado a partir de vino blanco mezclado con conzia, un extracto de 24 hierbas entre las que destaca el ajenjo, una hierba a la que se le añade caramelo quemado para conseguir su característico color ambarino.
Félix Martínez Lacuesta empezó con sus hermanos vendiendo vinos y gaseosas en la calle de la Vega, en Haro. Corría el año 1895 y desde esa fecha la bodega Martínez Lacuesta sigue perteneciendo, única y exclusivamente, a esta familia.