Tradición, historia, buenas opiniones y una excelente relación calidad-precio. Pocas bodegas en España gozan de la merecida popularidad que disfruta desde hace décadas Marqués de Cáceres, firma clásica que nunca decepciona. [break]
La de Marqués de Cáceres es la historia de un éxito sin paliativos. Esta casa, fundada a finales de los años 60 por Enrique Forner, es una de las bodegas de nuestro país con mayor presencia en el mercado.
La Guerra Civil llevó a Forner a desarrollarse profesionalmente fuera de España, concretamente, en algunas de las de las regiones vinícolas más importantes de Francia como Burdeos, Ródano o Loira. Una experiencia determinante que, a su vuelta al país y con la ayuda de Émile Peynaud, uno de los padres de la enología moderna, terminó por convertirle en figura clave en el proceso de modernización del vino riojano de la época.
Actualmente es su hija Cristina la que está al frente de la empresa. Bajo su dirección, Marqués de Cáceres ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos apostando por la elaboración de vinos de distintos perfiles, en consonancia con las demandas y gustos del público. De esta manera, a pesar de ser grandes elaboradores de vino no han perdido de vista la calidad que les distingue, algo que se puede apreciar incluso fuera de España, ya que cuentan con gran presencia internacional.
Todo ello sin olvidar el principal legado de la firma riojana representado en sus clásicos Crianza, Reserva y Gran Reserva. Vinos que figuran entre los más destacados en sus respectivas categorías, con una inmejorable relación calidad-precio y que resultan ideales para no fallar sea cual sea la ocasión.
Enrique Forner fundó Marqués de Cáceres Unión Vitivinícola S.A en 1970 en Cenicero, en el corazón de la Rioja Alta. Así se abría una histórica alianza entre su familia, de larga tradición vinícola, y los mejores viñedos de la región.