Lindes de Remelluri

Hay vinos capaces de hacernos viajar en el tiempo y en el espacio, como capítulos de una apasionante novela sobre la gran tradición riojana. [break]

Pocos dominan el terruño de la D.O.Ca. Rioja como Telmo Rodríguez y la bodega Granja Nuestra Señora de Remelluri, cuyo proyecto Lindes de Remelluri se centra en recuperar y desvelar el gusto de los vinos de los pueblos de ese rincón tan singular de Rioja que es la Sonsierra.

Telmo nos hace volver a los sabores de la mejor Rioja previa a la industrialización de la zona, recuperando prácticas artesanales y apoyando a la vez a los viticultores en un proyecto de marcado carácter social.

Cada etiqueta representa una especie de microcosmos, un mapa sensorial que se superpone a la carta geográfica, transmitiendo la variedad de suelos, exposiciones y los innumerables matices que representan la inagotable riqueza de los terroirs riojanos.

En esta Venta Privada hemos reunido seis creaciones que corresponden a pueblos y pedanías situados en la Sonrierra, cada uno con unas características y una relevancia histórica que hacen de este viaje una gran oportunidad para descubrir los excitantes cambios que están sucediendo en Rioja.

Dentro de esta nueva definición del mapa de Rioja, podemos descubrir los “Crudos“ o parcelas singulares. Una de ellas sería Grandes Lindes, Jesusa Areta, una viña increíble situada en San Vicente de la Sonsierra en la que el viticultor, desde el propio nombre, toma máximo protagonismo.

Tradición, singularidad y diversificación son las palabras clave que encarnan la esencia de un proyecto que ha recibido una excelente acogida por parte de la crítica especializada internacional, y que refleja el meticuloso y esmerado trabajo en el viñedo y en la bodega, con prácticas enológicas orientadas al respeto de la materia prima y del medioambiente.

La elegancia, intensidad y expresividad que pueden evocar estos vinos es increíble, como lo es el placer de poder captar las diversidades y similitudes que, como piezas de un mosaico, conforman la gran tradición campesina riojana, la cual se nos devuelve intacta en forma de botellas elaboradas en cantidades limitadas, pero para un disfrute ilimitado.