Kühling-Gillot

Esta bodega conquista cada añada a los críticos más prestigiosos con sus vinos emocionantes y eternos que reflejan el mosaico de 'terroirs' del Rheinhessen. [break]

"La tierra de las mil colinas”, así se conoce a esta fascinante región al oeste del Rin. Entre estos valles, la Riesling goza de más de 1.600 horas de sol y de unas condiciones inmejorables para su cultivo. Disfruta de este paraíso que abarca desde las referencias más accesibles hasta las joyas de coleccionista de esta emblemática casa.

Este matrimonio de descendientes de viticultores lo tiene claro: su labor es potenciar la expresión del lugar y el carácter de las uvas que han dado fama mundial al Rheinhessen. Así, a partir del cultivo orgánico y biodinámico, el trabajo en la viña se basa en observar y entender las necesidades de cada añada.

En bodega, siguiendo su credo de mínima intervención, el vino se somete a “un proceso de purificación” tal y como describe a la crianza Carolin Spanier-Gillot, elegida en 2018 Winemaker of the Year por Vinum Weinguide.

En sus botellas más emblemáticas según pasan los años se intensifica el efecto de la singular pizarra arcillosa del Roter Hang, una de las zonas vitícolas más antiguas de Alemania con registros que datan del siglo XV. El carácter de esta materia dota a cada gota de una voz inconfundible, de potencia aromática y de una elegante estructura.

En sus otras perlas blancas, el protagonismo de la piedra caliza se intensifica regalando una tremenda mineralidad y verticalidad.

Para que podamos apreciar esta emocionante evolución, las referencias de Kühling-Gillot permanecen un mínimo de dos años en bodega. Gracias a la altísima calidad de las uvas, durante este período los aromas primarios se funden con el espíritu del terruño que emerge con sutileza.

Con un asombroso potencial de guarda y una increíble afinidad gastronómica, esta colección es un auténtico regalo del paisaje germano.