José Pariente

Con los Pariente, el pasado, presente y futuro se cruzan constantemente. La inspiración surge a veces de la tradición y en otras ocasiones de anticipar lo que no está escrito. [break]

Un apellido sinónimo de acierto en Rueda. Victoria Pariente sabe bien que su mayor activo es el legado familiar. No duda en echar la vista atrás para que los inicios y la labor de su padre no sea olvidada. Pero a la vez mira de frente al futuro. Sus hijos Martina e Ignacio Pariente aportan una frescura inusitada en un proyecto ya consolidado.

Resulta bonito que sus hijos se hayan animado a explorar en la gama de los tintos. Con el listón muy alto ya, era de esperarse que la savia nueva de la bodega buscara nuevos territorios y no se conformara con lo conseguido. Ese know how, la marca que imprime Pariente, se extiende ahora hasta viñedos viejos y poco explotados de la provincia de Valladolid e incluso se animan a llegar hasta Gredos buscando una Garnacha.

No es extrañar que la filosofía de los Prieto Pariente, la tercera generación, encarnada en los hermanos Martina e Ignacio, se centre en la búsqueda de un territorio que aporte diferenciación y selección. Pueden crear vinos desde una perspectiva de libertad creativa porque tienen la mejor base posible: la transmisión natural de conocimiento que fluye de padres a hijos en esta familia.

No todo los días se tiene el privilegio de poder apreciar las diferencias o las similitudes que aportan dos generaciones en activo en sus distintos vinos. La de Victoria con los vinos de José Pariente, y su máximo exponente el Verdejo que acaba de estrenar añada 2017 y la de Martina e Ignacio con los de Prieto Pariente y su tinto La Provincia 2015 como punta de lanza. Como dijimos al inicio, el presente y el futuro se mezclan y se sitúan en una misma linea temporal. Todas las versiones de sus vinos nos hablan de excelencia.