Gómez Cruzado

Los amantes de los vinos del Barrio de la Estación seguramente conozcan a Gómez Cruzado que, si bien es una de las casas con más historia de Haro, en los últimos tiempos ha experimentado una transformación considerable.[break]

Esta bodega es la más pequeña del Barrio de la Estación y mima escrupulosamente la elaboración de cada uno de sus vinos. Allí se elaboran vinos como si de un atelier de moda se tratase; gracias a esta similitud, Gómez Cruzado es conocida como la Bodega Boutique de Haro. 

El iderario de la bodega se sustenta sobre dos pilares fundamentales: la tradición y la modernidad. La primera premisa se cumple gracias a su esmero en la elaboración de vinos que representen la finura y la elegancia de los vinos de la zona. La segunda atiende al respeto por el terruño, priorizando la viña por encima del trabajo en la bodega. Una corriente cada vez más imperante en Rioja.

Para comprender la trayectoria de Gómez Cruzado es necesario remontarse a sus orígenes. En el año 1886 el aristócrata mejicano Don Ángel Gómez de Arteche decidió elaborar sus propios vinos en la parte baja de Haro. Años más tarde, ya en 1916, los hermanos riojanos Jesús y Agustín Gómez Cruzado compran la bodega y la bautizan con el nombre que mantiene en la actualidad. 

A lo largo de su historia la bodega ha pertenecido a diversos inversores hasta que, recién comenzado el nuevo siglo, fue adquirida por la familia Baños, de origen riojano y residencia mejicana. Con esta compra comenzó un nuevo ciclo para la bodega que, atendiendo a su esencia tradicional, se renovó completamente para acoger esta nueva etapa.

Tras una transformación integral de sus instalaciones en 2005, la bodega afrontó su nuevo camino con el apoyo de la tecnología más puntera. A estas mejoras se sumó un tándem de enólogos que han puesto especial hincapié en mimar y cuidar los viñedos, dándoles el protagonismo que se merecen; ellos son David González y Juan Antonio Leza, y juntos son los encargados de escribir el presente y el futuro de los vinos de Gómez Cruzado.

Gracias a su colaboración la bodega ha conseguido renovar sus fuerzas, manteniéndose fiel al estilo de los vinos finos de la zona. Así pues, su porfolio está protagonizado por referencias clásicas en su concepción aunque con ciertos matices modernos en su resultado.