En los últimos meses han sido varios los champagnes que hemos descubierto gracias al esfuerzo de nuestro equipo de Sourcing, auténticos cazadores de tesoros. Pero seguramente Gilles Mansard es uno de nuestros hallazgos más interesantes. [break]
Se trata de una joya que nos hace sentir orgullosos de nuestro trabajo, que no es otro que el de ofreceros vinos capaces de emocionar. Y es que cuando se trata de una bodega de relumbrón, el flechazo no puede considerarse tal; pero cuando es un maestro 'vigneron' cuyos vinos no aparecen en todas las guías de referencia, la satisfacción por lo encontrado se amplifica como si de un amor a primera vista se tratase.
Champagnes Gilles Mansard es una bodega familiar cuyo origen se remonta a hace 120 años. Desde entonces han sido cinco las generaciones que han estado ligadas a la elaboración de champagnes en el Valle del Marne, un legado único que ahora mismo está en manos de Maxime y Vincent, la última generación que ha adquirido responsabilidad en la empresa.
La familia Mansard cuenta con un total de 24 hectáreas de viñedo distribuidas en 71 parcelas en torno a la localidad de Mareuil-le-Port, situada unos 20 kilómetros al este de Épernay, pero su nivel de exigencia es tal que para la elaboración de sus vinos solo utilizan las 1,70 mejores hectáreas. Un arduo trabajo de selección (como el de nuestros compañeros de Sourcing) que se traduce en una serie de champagnes únicos, marcados por su redondez y opulencia, perfectos para estos momentos del año en los que una copa de champagne calma la sed y refresca como un chapuzón.
Como nos gusta ir directos al grano, empezaremos destacando la referencia más icónica de la casa, Gilles Mansard Ancestral Rosé, un champagne vinificado parcialmente como si de un vino tinto se tratase. Es uno de los poquísimos champagnes que puede presumir de haber sido valorado con la máxima puntuación de la guía francesa Hachette des Vins, solo a la altura de auténticos titanes de la región como Dom Pérignon Rosé. ¿Hablamos o no hablamos de algo realmente especial?
Pero si sois más de champagnes blancos, tenéis dos opciones: o recurrir a la clásica triada de Champagne con Gilles Mansard Ancestral Brut, elaborado con Chardonnay, Meunier y Pinot noir, con mucha fruta blanca y un seductor fondo floral en nariz que resulta ideal para acompañar todo tipo de aperitivos estivales; o bien optar por el blanc de blancs de la casa, llamado Gilles Mansard 100% Chardonnay.
Para ambos se utilizan uvas de dos añadas distintas y alrededor de un 25% de vino reserva. Además, los dos han obtenido una estrella en la guía Hachette de 2020, y sus notas de frutos secos —que evidencian una vinificación en madera— son señas de identidad ante las que estamos seguros que sucumbiréis tanto como hemos hecho nosotros.
La familia Mansard elabora champán desde 1901. El pionero fue Benoni Mansard, el primer miembro de esta saga que comenzó a vinificar las uvas procedentes de los viñedos de la familia.
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