En Alemania, límite norte del cultivo de la vid en Europa, la reina es la Riesling. Ahí se da el perfecto equilibrio de fruta dulce, acidez y mineralidad. [break]
Para comprobarlo viajamos al sur y al oeste del país para encontrar aquellas zonas con mayor insolación, donde esta variedad madura en las mejores condiciones.
Los vinos elaborados con Riesling poseen dos grandes virtudes: cuando son jóvenes son perfectos para disfrutarlos muy frescos en un día caluroso, pero si se guardan en buenas condiciones de conservación evolucionan muy bien en botella aguantando muchísimos años y mejorando con el paso del tiempo.
En esta Venta Privada hemos seleccionado cuatro vinos de diferentes terruños para que puedas apreciar las virtudes de una variedad que es sinónimo de mineralidad.
Empezamos en Mosela, el terroir más antiguo y también el más grande, caracterizado por un paisaje de laderas y terrazas en pendiente. Mittelmosel es el corazón de Mosela y aquí se elaboran los grandes Riesling de la región que provienen de viñas clasificadas en el rango más alto de calidad. Fritz Haag Riesling es el básico de una de las más legendarias y respetadas bodegas de Mosel y resulta perfecto para los no iniciados.
En Nahe, al sudoeste de Alemania, los suelos tienen un pasado volcánico y esta circunstancia otorga unas cualidades únicas al terroir. La rara variedad de minerales y basalto ayuda a enriquecer los nutrientes de los que se alimentan las cepas y aporta rieslings con un marcado perfil mineral que se suele identificar con un sabor de ceniza o hidrocarburos. De ahí proviene el Dönnhoff Riesling, un vino suave, agradable y con notas dulces al principio que cuando se atempera en la copa se hace evidente su origen mineral.
En Pfalz los vinos tienen más cuerpo y son más redondos. Es una zona más apta para Riesling secos por su mayor número de días soleados y altas temperaturas. Los macizos montañosos de Haardt actúan como protector natural del frío y por ello la zona está considerada como la “Toscana de Alemania". Aquí encontramos el Dr. Bürklin-Wolf Ruppertsberger, el más complejo de los tres. Fresco, mineral, intenso, y con una acidez vibrante y unos aromas a hidrocarburos que no se olvidan.
Terminamos en Rheingau, una de las zonas de Riesling más afamadas a nivel mundial. Los vinos del lugar son pura elegancia y frescura y allí la viticultura es una tradición cultural. El Georg Breuer Estate Rüdesheim Riesling que te presentamos te va a sorprender por su facilidad de trago y por una menor concentración de acidez que en los anteriores vinos.