El Vínculo

Una construcción típica manchega cercana a Campo de Criptana sirvió para albergar la bodega con la que Alejandro Fernández rinde homenaje a su padre. [break]

El Vínculo toma su nombre de la antigua bodega paterna en Pesquera. Es el resultado en Castilla-La Mancha del instinto de un bodeguero y viticultor considerado visionario y referente en la Ribera del Duero. Con ella, Alejandro Fernández rinde homenaje a sus raíces. 

"Mi padre era muy trabajador. Él siempre me enseñó que lo que hay que hacer es trabajar", explicaba Alejandro Fernández en una entrevista para nuestro magazine Vignerons. Su capacidad de trabajo, que mantiene a sus más de 80 años, su inquebrantable fe en sí mismo y una brújula orientada siempre a la intuición le llevaron a seleccionar viñedos de Tempranillo en La Mancha. 

A día de hoy, Alejandro Fernández sigue supervisando en primera persona sus viñedos y no ha variado un ápice su apuesta por la Tempranillo como “la variedad perfecta” para disfrutar de vinos capaces de envejecer muy bien durante años.

Su filosofía siempre ha sido la de trabajar con viñedos propios en Castilla y León, pero para su cuarta y última bodega, Alejandro Fernández hizo una excepción. En esta ocasión prefirió trabajar con cepas plantadas mucho antes de que él llegara, controladas en cuanto a rendimientos y producciones. 

Ese instinto e intuición que distingue a los grandes enólogos y que Alejandro Fernández posee, se materializa en un vino muy especial: El Vínculo Edición Especial Crianza 2011. Un vino elaborado a partir de una partida de uvas que fue separada en bodega y se crió en barricas nuevas de roble americano con un tostado más suave de lo habitual para preservar la frescura de la uva. El resultado es una edición especial con una acuarela pintada a mano como etiqueta, cuyos colores remiten al soleado paisaje de Castilla-La Mancha.

Junto a esta edición especial, te traemos otros dos vinos muy bien valorados por nuestra comunidad. El Vínculo Reserva 2008, con una puntuación de 4,2 estrellas sobre 5 en su añada 2007, y el Gran Reserva del Paraje La Golosa 2004, uvas de viñas viejas en una añada excelente, valorado con 91 puntos Peñín y al que nuestros socios otorgaron 4,1 estrellas sobre 5.