Nos conquistaron en 2017 y enseguida supimos que necesitábamos tenerlos en nuestra colección. Un flechazo que a día de hoy continúa. [break]
Cuentan que existe un viñedo que brilla bajo la luna, donde los grillos viven felices y campan a sus anchas. ¡Cri cri! ¡Cri cri! Esta es la realidad del proyecto familiar que os traemos hoy en Venta Privada.
Pero que no te engañe el tono de fábula infantil del nombre de esta bodega, estos vinos seducen tanto al que se inicia como al más entendido. Tanto, que James Suckling ha calificado con 91 puntos su 12 Lunas tinto 2016, un vino perfecto para cualquier ocasión. Lo mismo ocurre con los otros dos hermanos de la colección 12 Lunas, un blanco y un rosado que llegan para quedarse por siempre jamás en tu lista de imprescindibles.
Su otra gama, Grillo, de la que forman parte Hop Hop y Grillo, son vinos más complejos. Una apuesta ideal, con 90 y 93 puntos Peñín respectivamente, para todo aquel que quiera adentrarse en el terruño.
Como curiosidad, os contamos que son conocidos por ser los últimos en vendimiar en toda la D.O. aragonesa. Ellos lo tienen claro: el vino nace en el viñedo, y por este motivo lo tratan con mimo, dejando a las uvas madurar sin prisa y respetando al máximo la singularidad de cada añada.
Su frase de cabecera es "lo bueno se hace esperar". No obstante, nosotros no esperaríamos mucho para hacernos con algunas de sus botellas, ya que al ser una de las bodegas más pequeñas de la región su producción es muy limitada.
El Grillo y la Luna es un proyecto familiar que nace en Barbastro, en pleno corazón de Somontano, muy cerca del inicio de la cadena montañosa de los Pirineos.