El Grifo

Durante dos siglos y medio la bodega lanzaroteña se ha consagrado a la elaboración de vinos con variedades únicas, preservando la singularidad de un paisaje extraordinario. [break]

Y es que esta casa cuenta con un legado histórico y un prestigio internacional que merecen ser contados y disfrutados a través de las nueve creaciones que componen esta venta. Todas ellas representantes de variedades autóctonas y de un paisaje enigmático y sorprendente, de una belleza casi abstracta.

Volcanes, tierras negras y rocas ‘marcianas’. En un escenario tan desértico e impenetrable, resultado de una erupción que se produjo hace unos 300 años, hay que remontarse a 1775 cuando la vid se abrió paso por primera vez en la isla de Lanzarote. Como atestigua su inscripción fundacional, tuvo lugar este año la construcción del lagar cubierto y el comienzo de una tradición que llega hasta el día de hoy.

Hablamos de El Grifo, la bodega más antigua de las Islas Canarias y una de las más longevas de toda España. Tres familias a lo largo de los años han compartido esta inestimable herencia, traspasándose secretos de generación en generación y manteniendo el cuidado de esta maravillosa y hermética tierra.

Desarrollando un conjunto de técnicas "heroicas" para defender las viñas, trabajadas de forma totalmente manual debido a la inaccesible orografía de la zona, han modelado un paisaje agrícola excepcional en el mundo. 

Técnicas virtuosas gracias a las cuales han preservado un patrimonio genético único, redescubriendo y dando prestigio a vides autóctonas increíbles. Plantadas en pie franco, son unas de las pocas del mundo que permiten degustar vinos con características prefiloxéricas, llenos de singularidad y verdad.

Entre todas las variedades que trabajan destaca la Malvasía volcánica, la más abundante en la isla, de la que se obtienen etiquetas de excelente calidad con amplios aromas. También cultivan el Listán negro, exclusiva de Canarias, que da origen a sus vinos tintos y rosados. Además de la Moscatel que crece en los 'chabocos', hendiduras en la capa de lava típicas de la isla. 

Los vinos del Grifo son fruto del cuidado y de una atención casi maniática que se presta a cada pequeño detalle. Reflejo de una tierra y de unas variedades sin igual en el mundo.