Domaine FL

Cogemos carretera y manta y nos vamos camino del valle del Loira para acercarte unos vinos poco conocidos en nuestro país. Queremos solucionar esto de una vez por todas. [break]

Cinco vinos, varias añadas extraordinarias, todos blancos menos uno, todos de la misma región. Este es el jardín del Edén para la Chenin blanc, y la gente de Domaine FL (Fournier Longchamps) la trabajan como nadie con su viticultura orgánica y el uso de algunos de los principios de la biodinámica.

Si los vinos del Loira son muy celebrados por los que están más metidos en este sector, o por las gentes que habitan el lugar, son bastante desconocidos para los aficionados ocasionales. Al igual que esta zona en la que se está dando una vuelta de tuerca a los blancos franceses. Si amas la Chenin blanc este es tu lugar; si aún no sabes de lo que te hablamos, pruébalos y nos cuentas. 

Domaine FL ha sabido sacar de esta variedad su mejor expresión, plena de frescor y de aromas de frutas tropicales y toques herbáceos que con el tiempo evolucionan hacia apuntes de miel y heno. Desde las 43 hectáreas que poseen en la appellation Savennières, y asentados en la localidad de Rochefort sur Loire, han captado la atención del crítico James Suckling que se ha emocionado con su Chamboureau 2020, al que ha otorgado 98 puntazos. 

En nuestra venta queremos darte a conocer una pincelada de las apelaciones que baña el Loira. Ponemos sobre la mesa, con la intención de que los descorches, una representación de 4 de las 27 denominaciones de origen de la región de Anjou Saumur. En la margen derecha del río destaca sobremanera Savennières, una de las patrias chicas de la Chenin blanc. Frescura, equilibrio y brillantez se dan la mano para transmitir todo el potencial de una uva que nunca defrauda. Las otras zonas representadas aquí son las vecinas Savennières Roche Aux Moines, Coteaux-du-Layon y la histórica Anjou Villages.

En estos lugares se hace vino desde la época de la dominación romana, y los romanos de vinos sabían un rato. Ellos lo impulsaron, y otros cracks, los monjes de los grandes monasterios, lo llevaron a otra dimensión. Ay, cuánto hay que agradecer la espiritualidad transmitida a través de los grandes vinos, cervezas y licores que las órdenes monásticas nos procuraron. 

El porqué de tan privilegiado lugar para el vino, como tantos otros desperdigados por la vieja Europa, se debe a un suelo óptimo y a una insolación perfecta, la máxima, debido a la orografía ladeada del lugar. Luego llegó la sabiduría de los que las cultivaron y mimaron con cosechas manuales seleccionando las mejores uvas que procuraron tan estupendos vinos, y lo transmitieron de padres a hijos, y luego a los nietos que nos han conducido hasta nuestros días, donde el vino es cada vez mejor. Ahora toda esa herencia es tuya. Brindamos porque la disfrutes como se merece.