Delamotte

Solo escuchar el nombre de esta 'maison' nos pone la piel de gallina. Respirad profundo y preparad vuestras copas porque Delamotte ha vuelto para regalar placer. [break]

Joyas que brillan en las mejores mesas. Así definimos la colección de esta admirada casa de la región vinícola más prestigiosa del mundo. Date un lujo con estas tres soberbias referencias que crean momentos inolvidables.

Y es que los espumosos de esta bodega fundada en 1760 son habituales en las cartas de los templos culinarios de todo el mundo. Su nombre es uno de los más reputados de Champagne, palabras mayores, forjado a lo largo de más de dos siglos y medio de gusto por el detalle y de defensa orgullosa de la tradición y la autenticidad. 

Por encima de todo, el viñedo, enraizado en el Grand Cru de Le Mesnil-sur-Oger, una de las mecas de la Côte des Blancs, donde la Chardonnay tiene su reinado. El dominio de Delamotte sobre esta variedad es absoluto. No hay secretos para la maison ni tampoco creaciones de primera y segunda. Su porfolio es exiguo, solo cuatro cuvées lo componen, pero no le hace falta más para demostrar su apabullante savoir-faire en el arte de elaborar champagne. 

Aquí encontrareis su Rosé, el Brut y el más que excepcional Blanc de Blancs sin añada, prodigio de elegancia con una excelente mineralidad. Tres vinos distintos pero que comparten la misma consistencia, delicadeza y carácter único. El ADN de una firma convencida de que el de la burbuja es un idioma universal que cualquiera puede aprender, gozar y amar.