Estos cavas premium son la cara menos conocida de Freixenet. Están elaborados para sorprender, a partir de variedades poco habituales en el cava como Trepat y Malvasía. [break]
Cuvées de Prestige es una colección de cavas premium pensada para poner en escena uvas casi olvidadas en los espumosos con más relumbrón.
En ella encontramos cavas como el Freixenet Trepat 2017, un Brut millesime elaborado como un blanco a partir de uva tinta, en el que las notas de fruta roja se mezclan con recuerdos tropicales y cítricos. Disfrútalo con unos caracoles o unos ahumados.
O el Freixenet Malvasía 2011, bastante alejado de las tipologías de cava conocidas en el Penedés y elaborado a partir de un licor de expedición de larguísima crianza, en barriles durante 20 años. Acompáñalo de quesos bien curados.
Y luego está el Cuvée DS 2013, un cava que homenajea a Dolores Sala, la cofundadora de Freixenet que hizo de esta empresa una marca global. Ríndele tributo con este cava elegante que solo se elabora en las mejores añadas. Y ponte al lado unas cocochas de bacalao.
Elyssia Pinot noir Brut es otra manera de disfrutar de esta propuesta de Freixenet de cavas premium. Un refrescante espumoso rosado que va de maravilla con un risotto de verduras y un postre de chocolate con frutos rojos.
Y, por último, Elyssia Gran Cuvée Brut, en el que se mezclan las variedades locales Macabeo y Parellada con las internacionales Chardonnay y Pinot noir en un espumoso sutil ideal para combinar con aperitivos como frutos secos, anchoas, boquerones o una escalivada.
Freixenet es una de esas casas que no necesita presentación. Su historia se remonta 150 años atrás cuando Casa Sala, su predecesora, comenzaba su andadura.