Si alguien pensaba que Freixenet es solo el creador de las famosas burbujas que todos los años nos felicitan se equivoca. Una entrevista con Josep Buján, enólogo durante 43 años de esta casa, nos desveló sus tesoros escondidos. [break]
Las de Freixenet son burbujas históricas pero también mediáticas. Famosas desde aquel año 1977 en el que una joven Liza Minelli protagonizara un spot de televisión que inauguró una era de grandes estrellas internacionales ligadas a un cava histórico.
Quizás es esta la parte más conocida de Freixenet por el gran público. Pero entre los más aficionados a las burbujas, su faceta como empresa pionera en la elaboración del método tradicional en nuestro país no tiene parangón. Dentro y fuera de nuestras fronteras.
Es una casa que puede presumir de elaborar un millón de botellas de cava al día y la espectacularidad de este dato parece no concordar con la idea de una empresa familiar, que lo es, ya que lleva más de cien años en las manos de una misma familia. Todos compartiendo lazos sanguíneos salvo el citado enólogo al frente de la dirección técnica de Freixenet: Josep Buján.
Es un poco el culpable de que hayamos descubierto la faceta menos conocida de Freixenet. Una exclusiva gama de cavas premium con variedades semiolvidadas de la zona como la Trepat, la Monastrell o la Malvasía, pero también con las conocidas Pinot y Chardonnay y las clásicas del Penedès Macabeo, Xarel·lo y Parellada.
La gran preocupación de esta histórica bodega es la elaboración de los mejores productos posibles en cada segmento, especialmente en los más mediáticos y masivos, una evidencia a tenor de la calidad y la regularidad que pueden llegar a entregar. Sin embargo, el nivel de artesanía y complejidad de sus cavas premium es remarcable y sorprendentemente poco explorado, hasta hoy. Con esta Venta Privada estrenamos una colección de diversos y originales cavas que nada tienen que ver con el prototipo de espumoso que se le presupone a la zona.
Son tan singulares que solo hay que fijarse en alguna de las uvas que componen sus "assemblages". Atención especial merecen su Trepat y su Reserva dulce de Malvasía por llevarnos a creer que otros cavas son posibles sin que por ello tengamos que hacer un gran desembolso. Can Sala 2007, su cava de Paraje Calificado, tiene 10 años de edad y se ha empezado a comercializar hace muy poco en el mercado. Es la botella más personal de esta saga, la que enlaza directamente con los inicios de los Ferrer y en la que el tiempo parece haberse detenido. Se elabora hoy día con una prensa vertical Coquard adquirida en el 1900 y las uvas para su elaboración provienen de las dos parcelas favoritas de Doña Dolores Sala, la misma que tras contraer matrimonio con Pedro Ferrer inició la gran historia de Freixenet.
Freixenet es una de esas casas que no necesita presentación. Su historia se remonta 150 años atrás cuando Casa Sala, su predecesora, comenzaba su andadura.
Esta bodega situada en Sant Quintí de Mediona, en pleno Penedés, y fundada en el siglo XIX fue el punto de partida de Freixenet. Allí se elaboró la primera botella en 1914.